April 30, 2024

Inoculación. Soy. Me ensarto un algo foráneo, algo que me infecta en lo más profundo del ser, cada rincón del cuerpo. Me hundo hasta morirme, hasta desaparecer, hasta que no quede nada. Es la única forma de que, del barro, asco y esencia, surja algo nuevo, algo vivo, algo que soy también. Soy eso, todo el tiempo, en un constante cambio. Lo evité una buena porción de mi vida (y por "evité", quiero decir que lo ignoré, lo reprimí, lo minimicé).

Ahora en el medio del bosque, con todo tipo de ataduras invisibles y fantasmas bailando alrededor, me doy cuenta plenamente de quién soy. De qué soy. Soy eso, el catalizador, y nada más. No soy nadie. No hay nadie acá adentro, porque cada vez que me descubro a mí mismo, una muerte me invade, como una plaga o enfermedad, un germen insertado en mi metabolismo, que de a poco (o a veces, muy rápido) se lleva todo puesto hasta que no quede nada de nada.

En cada transformación, soy otra persona distinta. Y esx que amaba ya no me amaba ni le amo. Quisiera... quisiera poder tener lo que quiero. Y me doy cuenta que no es paz mi deseo. Es guerra. Es cambio, es todo el tiempo todo, de forma intensa y absoluta. Es día y noche, frío y calor, muerte y vida. Eso que quisiera, es un algo o alguien que pudiera seguir este ritmo autodestructivo de renacimiento y redescubrimiento por el resto de esta etapa mortal, que está destinada también a morir.

No comments: