August 07, 2023

un deja vu

un deja vu eterno
no termina
se profundiza y me arrastra

terminé el libro en Piscis
levanté la vista, otro leía, lo recordaba
a mi derecha uno más, mirada perdida
y lejos, en el fondo del vagón
un señor me miraba intenso
una chica bajó antes de q bajara lo supe

el fractal del tiempo me rompió el cerebro
caminata, flotando, Somalía, chocolate

volví a la realidad, volví a 'casa'
jugué a las cartas y luego, la Casa V
compartiendo música,
caí en un deja vu más profundo
soñé ese día y lo que pensaban los demás
no lo dije, lo pude presentir
y mandé un audio
diciendo que mandaba un audio
diciendo que mandaba un audio
pero en el deja vu-recuerdo
no conocía aun a la destinataria

no entiendo en este momento
si sueño o vuelo
vidas pasadas
conectadas

August 06, 2023

integrar

Estoy en una habitación amplia, el living de un departamento grande, con pocos muebles. Sobrio, pero no espartano. Luz normal, viene de algún lado pero no presto atención de dónde. Es un toque fría, un toque cálida, resalta los colores claros-crema, como en tantos livings en los que viví. Estoy cómodo así, ahí. Miro alrededor y veo una puerta. Se ve sólida. Siempre estuvo ahí? Es pesada, de madera gruesa, oscura, fuera de lugar. Me acerco y abro esa puerta. No estaba cerrada. La empujo del todo y entro sin pensarlo. Está oscuro del otro lado, es más amplio de lo que esperaba inicialmente. Siento un dejo de miedo. Con solo pensarlo, hay luz, pero difusa. No sé de dónde viene, pero mi mano ahora tiene una llama. Las paredes y el piso son de piedra, de un color oscuro-verdoso, quizás por la iluminación, quizás por la humedad. Noto que no concuerda con la habitación de departamento anterior. Se siente muy húmedo, pero no huele mal. El ambiente se intuye cavernoso, oscuro, se extiende infinito hacia quién sabe dónde. Hay un pasillo que se aleja de esta recámara, y una escalera de caracol a unos metros, delante. No hay ventanas. Pienso, dudo. Pero en esa misma habitación, veo una armadura medieval, muy antigua y muy pesada. Siento la solidez del metal frío con solo mirarla. El yelmo, impersonal, desafiante, total. Cada centímetro del cuerpo estaría cubierto por ella, nada ni nadie podría alcanzar su interior. Solo un golpe muy, muy fuerte. Hay una espada apoyada, en cuyo pomo descansan las dos manos enguantadas. El metal está un poco opacado por el tiempo, pero en perfecto estado. Está un tanto sucia: marcas oscuras en algunos bordes o lugares. No sé si son barro o sangre seca, no me detengo a analizarlo. El yelmo tiene una abolladura, ahora que miro mejor, también está un tanto roto uno de los ksjdclkjsc ('avan-brazo' según Google), el izquierdo. No dudo más. Traigo la armadura a la habitación contigua. No sé cómo lo hago, simplemente estamos de vuelta del otro lado después de un tiempo indeterminado. Tengo que vestirla? No, no hace falta. Pero de hacer falta, sé que está ahí, esperándome. La coloco en una pared cerca de esa puerta. Ahora noto que la habitación cambió. La luz es un poco más cálida, como si un fuego la iluminara desde algún lado, porque puedo apreciar su danza en las paredes, sus tonos más rojos-amarillos (en relación a cómo eran antes) en los pocos muebles que veo. Parado en el medio, hay cierta sensación de teatralidad, de un escenario. Estoy cómodo en él, nada más existe hoy. La habitación está escasamente amueblada pero no se siente vacía; lo que hay es más que suficiente. En armonía. Me complace, aunque no lo demuestro. Giro lento para apreciar el tenue calor, la luz danzante, el espacio que hay dentro de mi respiración. La armadura silenciosa, una presencia que no desentona con todo lo demás que hay (y que no me estoy deteniendo a mirar en este preciso momento, no hace falta). La armadura monta guardia, cerca de esa puerta. Su metal oscuro centellea por la iluminación. No encuentro la fuente y dejo de buscar, porque el fuego soy yo. La armadura también soy yo. Y la habitación semi-vacía, el living de ese departamento soy yo, así como también la otra habitación contigua, la del castillo oscuro que va hacia las profundidades de esa construcción. Que también soy yo.