August 17, 2022

Me costó un montón
armarme de valor
para rendirme,
bajar mis defensas y
pedir lo que necesitaba.
El coletazo del rechazo
dolió menos de lo que esperaba,
quizás de forma análoga a lo que dicen,
que una quemadura o herida profunda
parece doler menos
que una superficial,
aunque su "daño"
sea mucho mayor...

August 15, 2022

ahora sí…

after all these years you left me down
in the emotional depths
the sombre-soaked velvet drape
is hung up on me
turning my feelings away
all the beautiful moments shared
deliberately pushed aside…

Sin vueltas

Escribir sin vueltas me es casi imposible. Estoy constantemente coartado. El público, la audiencia, es la inversa que quisiera tener. Estoy desganado, desvalido y deprimido. No tengo energía, ni ganas de buscar tener energía. Sigo adelante como un autómata, porque aguantar y seguir adelante es lo único que aprendí. Ahora tengo un pequeño horcrux a quien cuidar y querer, y eso es, prácticamente, la principal razón para mantenerme, mal que mal, a flote.

Mi sueño se prendió fuego, se destruyó y finalmente convirtió en cenizas una vez más. Cenizas que se dispersaron sin que nadie las vea. Pero esta vez, la pérdida es permanente. Porque ya no hay posibilidad de que mi sueño se haga verdad. Creo que muchas cosas que a otra gente le son importantes y/o difíciles, a mi siempre se me dieron con facilidad y naturalidad. Es quizás la naturaleza humana que, lo que realmente era el deseo profundo de mi corazón, me esté negado. La felicidad y la tristeza son solo momentos. Mi sueño fue siempre el mismo, desde que tengo no sé, ocho-nueve años. Encontrar el amor, la armonía, formar una familia. Nada más me importaba. Y una y otra vez, me choqué contra la misma pared. Ojo, me choqué de distintas formas, eso sí. Pero ahora con un hijo de tres, media docena de fracasos, en un país lejano y distinto, puedo ver con total claridad que nunca voy a tener eso que tanto anhelaba. Se disipó frente a mis ojos, esa imagen de una casa con varios pequeñines jugando, alguien acariciando mi mano tiernamente, la tranquilidad de estar bien, en paz, en equilibrio…
No puedo escapar a las visiones que me llegan constantemente. A cada paso, ya sé lo que va a pasar, ya sé lo que voy a hacer, ya sé lo que no voy a poder decir. No tengo nada para dar, soy un terreno yermo, desolado. Di de mí lo mejor de mí, y mi alma me dejó. Por suerte. Sigue ahora por un camino pequeño y grandioso, luminoso y puro, y agradezco cada instante de que haya sido así. Mi tormenta perdió toda su fuerza, su personalidad. Su esencia. Ya no es más que agua cayendo, sin sentido, sin poder, sin función. Agua sucia, lluvia ácida, contaminada. El destino brillante no significa un final feliz. Es más bien un fin. De destrucción, desesperanza, anhedonia. En vano los mortales luchan por empujar, por mentir, por intentar. En vano los seres del agua reciben la capacidad de fluir libres. Es una ilusión. Siempre estuve destinado a seguir mi curso hasta volver al mar interior. Pero la visión no cambió. Simplemente ahora puedo ver con mayor claridad. Las oscuras profundidades no encerraban secretos ni significados ocultos. No tenían razones de ser, ni insinuaban dádivas obtusas. Eran solo eso. Agua, y nada más. Lo más ridículamente común de este planeta insufrible. Nada había sumergido, nada quedaba bajo las corrientes imperceptibles. Vale un tesoro enterrado, si nadie jamás da con él? Es terrible una tormenta, si a nadie afecta? Mi karma bajó a cero, mi ataduras se deshicieron. Excepto las más suaves, las más sutiles, las más ocultas. Ni mis propios artefactos puedo recordar en paz.
Un verano eterno que,
Como las fantasías que de él salen
Se difumina con el amanecer,
Con la salida del sol, de lo real
Y la luna, marchita, no alcanza
Para lavar mis traiciones, mis venganzas
La tormenta está en su nadir
Convertida y consternada
Sin saber cómo encontrar
El camino de regreso al mar
Otoño en un lugar lejano,
Sin promesas, sin esperanzas
Sin querer cerrar la ventana
Por donde escapa el poco calor restante
Por donde se cuela el rey demonio
Que firma en sangre destinos
De inviernos de brillantes colores
Donde no soy dueño de nada
Y nadie sabe dónde voy
ni dónde estoy
Mi primavera tan pura,
Ahora perdida para siempre
Nunca existió, es irreversible
Un sueño qu
Mi espíritu se quebró
Y mi alma se dispersó
En un vuelo lunar, repentino
Su torrente me cautivó y
Sin palabras, me volvió a derrocar
En aquel baile de media eternidad
Que nunca se aleja, nunca se termina

Una nueva capa de cenizas
Que se asienta en joviales brillos
En suaves tonos apagados
En sutiles rojos infinitos

En lentas órbitas que
Sin esperarme, se alejan…

No me quedan más fracciones
Es la última que, implantada
Crece sin parar, sin saber
Que mis ojos, mi lluvia,
No alcanzará para nutrirle
Porque nada crece de mi
Soy veneno, soy odio,
Soy lo que pude ser
Y nada más…