Acá va la otra parte. La contracara en estos procesos complejos y nunca-lineales. Siempre creo que sé cómo entro, y creo que voy a entender cómo voy a salir, sabiendo que será (seré) diferente, pero nunca puedo ver lo distinto que era al entrar, con respecto a lo que inicialmente pensaba, ni lo distinto que soy al salir, porque es todo impredecible, todo infinito, todo demasiado.
1 - ESPEJISMO
Creo que ver tus intenciones,
midiendo mis emociones
y no puedo ver ahí
cómo soy yo en verdad
quien mide, quien escatima,
quien sobrepiensa cada suspiro
en un espejismo encadenado
en un desierto de agua
en un fondo de mar que quema...
Creo que sé lo que vas a decir,
lo que vas a hacer,
lo que querés de mí,
y creo poder desapegarme,
aceptar lo que es, tomar lo que está dado
pero cada vez, quedo pagando
por pincharme con mis propias espinas
en un baile subterráneo
en una ilusión de palmeras y agua
en el medio de esta sed
que es el desierto de mi alma...
2 - BAILARINA
Se arma la ronda y sin pensar,
estoy observando desde el borde
pero a la vez siendo el centro
de miradas que van, miradas que vienen
siento el peligro y la hostilidad,
y también la sonrisa oculta
de promesas que nunca llegan
en un momento leonino interminable
donde cada quien está en la suya,
cada cual viendo su propia peli
pero al mismo tiempo, hiptonizadxs
en el trance, el retumbar del tambor
el latido del corazón,
el movimiento de tu cuerpo
sin poder pensar en nada más
que en todas las formas en que no sé bailar
porque cada paso es una reacción
que aleja a quien se acerca
que acerca a quien se aleja
y que vuelve a empezar
mientras observo a la maestra
bailando para el público
y los hilos hacia todos lados
en una maraña imperceptible
que no puedo desentrañar...
3 - SUAVIDAD
En ese momento, siento la calma
de traerle paz a esta Casa IV de agua
en una mezcla de Cáncer, Escorpio y Venus,
en una fusión de pieles con armaduras
tan fuertes que al sacarse, quedan marcas
y quemaduras en cada roce de yemas,
de labios, de caricias y masajes...
En ese momento, siento lo suave
que está tan profundamente escondido
en pliegues, en juegos, en palabras
que luego no se condicen, no son
que luego no traen esa suavidad
solo en cuotas, en gotas
y no en torrentes ni ríos;
cuando fluyen hacia mí
no están hacia mí destinadas
sino que soy una estación más,
en el proceso de sanación...
En ese momento de suavidad,
logro expresar sin palabras
pero el mensaje no es claro, no llega
y me quedo, roto por dentro como cada vez
esperando que alguien haga lo imposible
que es leer entre líneas, en mis yemas
en cada beso y caricia, cada mirada
y en cada acto de entrega
todo lo que soy, lo que doy
porque soy, doy, siento...
en ese momento, casi es suficiente
pero nunca lo es, y se disipa
y las armaduras vuelven
con los juegos, con las tribus...
4 - ESCORPIANX
Mi placer es la oscuridad,
mi lugar seguro es la sombra
y solo me pueden encontrar
en el cruce de caminos
cuando todo se derrumba, se quema, se cae...
cuando nada es seguro, nada es confiable...
Ahí estamos paradxs, desde siempre
por nuestra propia naturaleza dual,
y aunque sé que no me pertenece
quiero adueñarme de un poco de paz,
de amor, de felicidad, de conexión
pero no está en mis estrellas
encontrar ese lugar, ese alguien
al que llegar...
Tu placer es la oscuridad,
en un vaivén de pasos susurrantes
que nunca llegan a entrar
porque no los dejo entrar
porque no los dejás entrar...
Esa mirada escorpiana es terrible,
cada persona la tiene, pero solo Plutón
puede darla así de terrible
donde corta y la sangre da placer,
donde hiere y el dolor da libertad...
No supe leer, porque nadie me puede leer
Y en las sombras de mi rincón,
pensando cosas nefastas, horribles,
soy un aura oscura, una nube de paso
que está ahí, expectante,
en el cruce de los caminos
para ayudar a quien deba ir al otro lado
pero nunca pudiendo ir al otro lado...
5 - ATARDECE
Y no entiendo por qué estoy acá pensando
sintiendo, esperando, siendo...
cuando no llega el sol a ocultarse,
pero tampoco la luna hace su aparición
en un ciclo que se repite desde el inicio
un un baile estelar que no puedo aceptar
porque necesito chocarme de lleno
para poder interiorizar...
Atardece, y no hay nadie acá
porque no me siento mal, sin pensar
pero tampoco me siento bien,
infinita ambigüedad, espejada
en un cruce de sábanas y lagos
en una sincronicidad insoportable
de contrastar que todo eso soy yo
Atardece, y con la noche
las estrellas cruzan el cielo
Orión saltando de un lado a otro
para que vea que todo lo que hay
es lo que soy, y nada más...
Espero en vano, porque es mi ser
pero esperar nunca me logró nada
excepto perder...
