Creo que aprendí algunas cosas, que evolucioné un poco, que cambié un montón. Me siento bien conmigo mismo, me acepto, me entiendo… pero no voy a poder alcanzar nunca el nivel de desapego del que se habla tanto y que me podría liberar de todo sufrimiento. Mi naturaleza es agua. Sentir. Experimentar emociones. Empatía. No puedo renunciar a mi esencia, o al menos, no me creo capaz de hacerlo hoy.
Me duele caminar de regreso a mi casita, solo. Me pesa que todo el camino que recorro, de ahora en más sea conmigo mismo. Me encanta mi propia compañía, pero a la vez, me falta algo. No es una necesidad, pero sí es un deseo, compartir mi vida con otres. Mis anhelos, mis días y noches, apoyarme en alguien más, y ser su sostén también. Está en mi Cancer, tan fuerte y liberado en esta era que estoy viviendo. Irónicamente, eso enfatiza lo atrapado que me siento… Porque mi mayor deseo es volver a casa, a mi familia que tanto amo. Abrazarles mientras nos dejamos ir a un sueño pacífico juntes, bajo las hermosas estrellas… Pero no hay una casa a la cual volver. Eso es el pasado, y es parte de las ataduras que quisiera desanudar.
El río de la vida me va a ir alejando de todo lo que amo y anhelo. Solo puedo no ahogarme si dejo ir todo. Mi rayito de sol va a crecer y compartirme su calor, y las tortuguitas del sueño se van a difuminar en un hermoso mar turquesa, profundo, lejano. Las hadas del bosque van a encontrar otros jardines y otras canciones, y de a poco sus voces se van a perder en la espesura. Y yo voy a cerrar los ojos, sentir mis pies descalzos en la tierra, oler el bosque y caminar hacia adelante. Avalon se va a perder en la niebla una última vez. El universo me va a dar lo que tenga que ser para mí, y yo solo puedo confiar y creer, y vivir en el momento presente. Ser pleno en mi consciencia, firme en mi amor incondicional y en mi compasión. Mantener los acuerdos. Mis dioses viven en mí. Y yo vivo en elles.
Tengo que abrazar este momento, y abrazarme a mí mismo. Más aún en estas noches medio frescas, donde las estrellas dan luz pero no calor, y mi cama vacía se siente infinita, y el silencio me aplasta, y mi alma de Cancer llora, y mi esencia de agua multiplica ese pesar.
En este momento, estoy vivo. Mis chakras están iluminados, armonizados, abiertos. Sus colores vibran. Tan reales que me duele el corazón por toda esta energía atrapada en mi interior. Soy incapaz de soltar mis ataduras, porque en parte, no quiero hacerlo. Esa es la simple verdad. Las estrellas lo saben.
Las estrellas me acompañan pero no me dicen nada esta noche. Igual, les agradezco su silenciosa compañía.
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