Hoy en el lago recibí una pluma hermosa, para terminar de sopesar la podredumbre que hay adentro de mi corazón. Como haría Ma'at. Fue un momento de balance total en esta realidad.
Entre el mensaje de Ari del otro día (cuando cambió de rostro de repente y me mostró que tengo que soltar incluso más, que él es siempre un puente) y las visiones de hoy sobre futuros y sobre mí mismo, quedó en evidencia que pasé. Que al menos esta iteración del examen, la pude superar.
Actué (casi) siempre desde el corazón, con honestidad y apertura, rindiéndome no a lo que había frente a mí, sino al propósito último del universo. Y siento, sin falsa humildad, que aprobé. Porque me siento liberado, aún más. Di el beneficio de la duda porque, al hacerlo, me lo estoy dando a mí también. Soy una cosa oscura y luminosa al mismo tiempo, como todo el mundo, y al verme enfrentado por mi lado oscuro, creo que logré algo nuevo y distinto, especial, mejor...
Qué bárbaro, quién hubiera dicho que sacar todo afuera era siempre la respuesta. Estúpida gente que tiene razón. Afuera todo sale y va a donde deba estar. Soy el sol, y siempre voy a estar donde deba estar. En ningún otro lado.
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