Como una rueda cuya revolución se cumple, así también me esquiva la inspiración. Donde antes todo en crípticas referencias salía, ahora la rima no existe, la armonía desiste y la única constante es esta excesiva inundación de información. Pero ojo, la prosa cuenta con su ritmo, su cadencia, su pasaje de una parte a la siguiente también...
Siendo las 3.33am, escucho la lluvia cayendo. El suave y reconfortante roce de aguas fluye de noche. Mis círculos, cíclicos, volvieron a cerrarse.
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