Ahora las consecuencias se ramifican, liberadas, incontrolable, incalculables.
Pero como todo, es un baile de viento infinitamente complejo que se difunde lento.
No es grave. Nada lo es en verdad. Acepté que saldría mal mi intento.
Pero la luna llena me susurró otro. En palabras, sensaciones, aromas...
Y era así...
Llamo de nuevo a mi a mis aguas.Las auno y abrazo entre mis brazos.Las amo y vuelvo a traer a mi ser.Un espejo difuminándose en mi alma.Llamo de nuevo a mi a mis energías.Las incorporo por mis poros.Las recibo sin juicios ni expectativas.Para que un día, vuelvan a fluir.
Gracias Luna en Libra por librarme.
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