como mantras, como rituales
para sobrevivir a las caídas
para escalar, de a poco, abismos..
Me refugié en mi interior,
nadando en las aguas negras y profundas
las piedras, montañas, esfinges
mi sangre, mi río, mi desamor...
Las ondas se expanden infinitas
a mi alrededor el espacio se abre
el tiempo se esconde y mi alma
escapa, perdida, marchita, calma...